Hay discusión en torno a si este, Castigo divino o Adiós, muchachos es su mejor libro. Mejor quedarse con todos. En el epicentro de la ficción, Ramírez ha inventado Centroamérica cuenta, un festival donde los sueños se despiertan entre espadones de Toledo y fusiles sandinistas, semillas de marañón y los tiburones de agua dulce del lago Cocibolca.
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